viernes, 15 de diciembre de 2006

DEBAJO DE LAS FALDAS DE MAMÁ. Y QUÉ REMEDIO

Ahora resulta que Cantabria es la Región de España con menor tasa de emancipación juvenil, o por lo menos eso es lo que dice un estudio del Consejo de Juventud. Concretamente, de los 139.991 jóvenes que viven en Cantabria y tiene entre 18 y 34 años, sólo 44.117 están emancipados.

El caso de Cantabria no es más que un pequeño reflejo de lo que ocurre en España. Así, dentro del conjunto europeo, nuestro país ocupa las últimas posiciones.

La sociedad de hoy tacha a los jóvenes de vagos y sedentarios. Si bien es verdad que también los hay, muchos otros estamos cansados de oír pantomimas del tipo: “ahora los jóvenes no se van de casa porque con sus padres están muy bien y es más cómodo tenerlo todo hecho que atormentarse con preocupaciones”.

¿De verdad la gente se cree esas cosas? No nos independizamos porque no podemos, o a caso nos tenemos que olvidar del tipo de contratos que están de moda hoy en día. Sí, esos que llaman “de carácter temporal” en vez de “contratos basura” porque queda más bonito. Lo mejor que te puede pasar es que te contraten por un año y que el sueldo que te den te llegue para pagar los viajes de autobús o metro al trabajo, porque también se puede dar el caso de que tengas que poner dinero de tu bolsillo. Pero, no podemos decir que no a nada porque no hay nada mejor y porque necesitamos la dichosa “experiencia” (la sacaremos de la chistera al estilo Anthony Blake)...Es paradójico ¿no?, en los anuncios de trabajo suele poner: “se busca licenciadota en X, de entre 23 y 30 años y que tenga cinco años de experiencia”, como los años no den a luz otros 12 meses más, no sé cómo lo vamos a hacer.

El problema del trabajo es una gran losa pero, no hay que olvidar a nuestra amiga la vivienda. Buf, ni Esperanza Aguirre llega a fin de mes. Yo calculo que un piso de tres habitaciones ahora cueste lo mismo que lo que pagaron mucho famosos hace 10 años por sus mansiones de Miami.

Supongo que con dos sueldo más o menos normales (digo dos porque o compras la vivienda con otra persona o cuando vas al banco a pedir la hipoteca miran el calendario por si es 28 de diciembre) podremos aspirar a uno de esos piso de 30 metros en los que la habitación está encima del baño y el baño dentro del salón. Eso sí, tardaremos en pagarlo otros 30 años: a metro por año.

Las instituciones encargadas de solucionar esos problemas deberían dedicar algo de tiempo a preguntar a los jóvenes qué es lo que piensan en realidad porque mientras ellos echan tierra sobre el asunto y venden a la gente que ahora “los adolescentes sólo se preocupan de las videoconsolas y la fiesta” nosotros nos devanamos los sesos pensando qué clase de futuro nos espera, si nos podremos comprar una casa, si algún día encontraremos trabajo.

De momento, tanto sólo nos queda confiar en las chisteras y la magia y en que los días del año se multipliquen por dos.

No hay comentarios: